Este archivo oculto llamado consolidated.db guarda las coordenadas sin protección o encriptación, por lo que cualquier persona que robara nuestro dispositivo, podría obtener nuestros movimientos sin mayor dificultad con una aplicación de código abierto de Inclusive.
Esto ocurre también con las operadoras telefónicas. El alemán Malte Spitz requirió a la compañía telefónica Deutsche Telekom todos los datos que atesoraban sobre su persona. A través de estos realizó un mapa interactivo donde se podía ver los últimos seis meses de su vida.
Por si esto fuera poco, Lorenz Matzat, editor del Open Data Blog del Zeit On Line, realizó una aplicación que sobre GoogleMaps permite ver no sólo dónde estuvo Spitz en cada momento durante esos seis meses, sino también dónde estaba cuando escribió cada tweet, cada mensaje en redes sociales, cuántos mensajes de textos mandó, cuántas llamadas hizo, cuántas recibió y cuánto tiempo estuvo en Internet, entre otras cosas.
¿Dónde empieza y acaba nuestra privacidad? ¿Qué realizan con nuestros datos? Está claro que es necesaria una legislación más dura y un control riguroso de las páginas web y operadoras telefónica de los datos que recopilan sobre nosotros. Pues literalmente comercian con nuestras vidas para obtener un mayor beneficio, y no tienen ningún dilema moral ni ético en vender nuestros datos, o protegerlos de forma que nadie pueda acceder a ellos.
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